Desde lo alto de su teocalli o templo, Huitzilihuitl demanda tributo e impuestos a los altepetls (ciudades estado) colindantes, aliadas o dominadas por el imperio de Papaloatlitlan. Apoyado por su gran ejército comandado por los temibles guerreros mariposa, el mantiene un estricto control sobre su reino y batalla con reinos distantes para ampliar su dominio y engrandecer el nombre de la diosa patrona de la ciudad, la gran Itzpapalotl.
La ciudad es una maravilla de ingeniería civil y militar. Sus canales y diques proveen los medios para traer agua limpia a las casas y campos, remover el agua servida y permitir el arribo de barcos mercantes al centro mismo del gran tianquiztli o mercado. Siendo uno de los mercados más grandes de Itza su tamaño deja pequeñas a varias capitales del medioevo y en el se comercian todo tipo de productos que arriban por tierra, mar e inclusive aire, como es el caso del comercio con Coamixtlan, la ciudad en las nubes. En el un comprador puede encontrar telas finas, plumas, algodón, yute, henequén, aceites, sal, maíz, frijoles, chiles, flores, y especias de tierras lejanas. También se encuentra pescado y marisco fresco, hueyxolotl (guajolote o pavo) y un sinnúmero de vegetales, frutas y hierbas. Entre los alimentos más preciados encontramos grillos fritos, gusanos de maguey, y huevos de hormiga y mosquito. Junto a los alimentos y textiles se comercia otro producto valioso, la información. Los comerciantes trabajan muchas veces de espías, traen y llevan información de reinos buscando una ventaja militar sobre Papaloatlitlan, tanto para liberarse de su yugo como para dominarles.
Alrededor de Papaloatlitlan se extienden grandes campos que son cultivados para obtener algunos de los mejores productos del imperio y así mantener el comercio y los habitantes de la gran ciudad. Siervos y peones cultivan la tierra plantando maíz, frijol, algodón, henequén, flores, y frutas como mango, bananas y piñas (anana). Otros productos como el cacao y el café sirven además como moneda en el imperio.
Estos campos son amplios y muy solitarios. Se encuentran a cada tanto pequeñas villas de familias agricultoras o alguna casa aislada por su cuenta. A pesar de lo bello y colorido del paisaje durante el día el campo es un lugar muy peligroso, particularmente de noche. Los wayobs y nahuales salen en las noches a buscar víctimas, estos son personas o hechiceros con poder de convertirse en animales y salir a cazar. Ellos persiguen sus propios fines y buscan el poder por medio de la magia y la hechicería y usan la sangre y cuerpo de sus víctimas para obtener más poder y apoyo de los dioses. La población en general procura permanecer dentro de sus casa durante las horas de noche y viajar solamente sobre caminos y rutas de comercio conocidas. Estas son patrulladas frecuentemente por hombres del rey dirigidos usualmente por un sacerdote o guerrero mariposa. Mantienen a los peligrosos nahuales alejados y le recuerdan a la población quién está al mando.
Ubicada junto al mar y con las montañas a simple vista Papaloatlitlan mantiene un fuerte control sobre el comercio en la zona. El movimiento entre las planicies costeras del norte y el sur están reguladas por la ciudad y esto en conjunto con el fuerte control militar de los pasajes por las montañas garantiza un alto tributo comercial al gran rey Huitzilihuitl. Esto ha permitido que la ciudad permanezca como uno de los reinos más poderosos de Itza en los últimos 500 años. Papaloatlitlan mantienen un control militar, cultural y religioso incuestionable sobre las ciudades dominadas.
La ciudad se ha convertido en un importante centro cultural a la cual los reyes de ciudades aliadas y conquistadas son "invitados" a llevar a sus hijos para ser educados en el calmecac sobre el arte de la guerra y el conocimiento de la religión y los poderes divinos. Es en estos calmecac donde los niños aprenden a ser fuertes y valientes guerreros que llenarán los rangos de los guerreros mariposa y ayudarán a perseguir los intereses del gran tlatoani Huitzilihuitl. En los calmecac se les enseña a ser también sacerdotes y se imparte todo el conocimiento relacionado con los dioses, como apaciguar su ira, obtener su apoyo y en particular, atender a la diosa de la ciudad, la gran Itzpapalotl (mariposa de obsidiana).
Itzpapalotl, la diosa protectora de la ciudad es la temible diosa guerrera que reina sobre Tamoanchan, el paraiso para aquellos víctimas de la mortandad infantil y la tierra donde el hombre fue creado. Se le considera como una de las cihuateteo, mujeres que murieron al dar a luz, y se le honra como a un guerrero caido en batalla. Sus días del calendario son aquellos comienzo de trecena (semanas de 13 días del calendario religioso de 240 días) orientados al oeste (1 Venado, 1 Lluvia, 1 Mono, 1 Casa y 1 Águila). Es durante esos días que los cihuateteos desciende sobre le mundo y causan destrucción, muerte y dolor. Asechan caminos, encrucijadas y lugares abandonados. Ellas roban niños, y matan hombres y mujeres en general.
Para apaciguar la ira de la diosa los sacerdotes y guerreros trabajan continuamente para mantener a la ciudad en buenos términos con la diosa. Los rituales y un preciso seguimiento del calendario y los astros permite a los sacerdotes mantener controlada la ira de tan terrible criatura. En los calmecac los sacerdotes y guerreros son educados en todos los rituales necesarios así como en la forma correcta de hacer la guerra. Para la gente que vive en Itza guerra es un acto con fines tanto militares como religiosos.
Los guerreros mariposa son un grupo de sacerdotes-guerreros altamente especializados. Un equivalente a capitán-arzobispo. Son extrañas y reservadas criaturas oscuras que hacen la guerra vestidos en sus pesadas y gruesas vestimentas negras. Estas vestimentas tienen un valor tanto militar como religioso. Es la armadura del soldado y la fuente del poder divino del sacerdote.
Sus ojos continuamente ensangrentados brillas como bolas rojas durante la batalla. Su letal macuahuitl (espada de obsidiana) no solo puede cortar limpiamente un brazo o pierna, esta también absorbe la sangre del contrincante y regenera no solo las filosas pero frágiles piedras, también regenera al dueño de tal temible arma. Cuantas más víctimas toma el guerrero más filosa es el arma y más fuerte su dueño.
El fin de la batalla no es sin embargo el fin del ritual. Después de vencer a sus enemigos los guerreros mariposa y sus tropas devoran a los enemigos caídos. Los corazones van a los guerreros mariposa mientras el resto del cuerpo va a la tropa general o macehualtzin. Aquellos que sobreviven y caen prisioneros son llevados a Papaloatlitlan como sacrificios humanos para los dioses, en particular en los días de trecena 1 Venado, 1 Mono, 1 Casa y 1 Águila, cuando se espera el arribo de los cihuateteo a la tierra.
Los sacrificios usualmente mantienen a los cihuateteo bajo control, recalcando el "usualmente". Sin embargo hay momentos cuando su poder es tal que son imposible controlar. Esto es más común en los días en que la luna derrota al sol y lo borra del mediodía o durante los cinco días inestables "Nemontemi" del calendario solar (365 días). Es durante estos días que los cihuateteo descienden sobre la tierra seguidas de una legión de los más temidos habitantes de Tamoanchan, las terribles Tzitzimimes.
Estas huesudas criaturas con filosas garras en las manos y pies descienden de las estrellas en los días más oscuros para devorar todo lo que se pare en su camino. Son horrendas criaturas con una piel negro obsidiana y garras igual de filosas que estas oscuras piedras. Tienen un cuello huesudo y una cara con esqueléticas marcas. Su cabeza está decorada con altas y protuberantes ornamentas y de su cuello parecen salir varias manos y este se encuentra rodeado este de la sangre y corazones de sus víctimas. Poseen también una larga lengua que se proyecta de su boca para aniquilar a quién esté enfrente, arrancando el corazón y bebiendo su sangre. Su boca y lengua siempre se encuentran ensangrentadas y gotean el preciado líquido de quienes han matado. De su espalda sale una negra y larga cola de serpiente con una filosa punta negro obsidiana del tamaño de una pequeña espada. Esta se balancea de izquierda a derecha y está siempre lista para atacar con una velocidad abrumadora.
En este dibujo de un códice vemos la ofrenda de sangre, corazones y cuerpos a un tzizimime a cambio del bienestar del pueblo y su gente.
Solo una criatura en nuestra ciencia ficción moderna representa fielmente a las tzitzimimes, tanto en su figura como en su letal naturaleza.
Bienvenido a Papaloatlitlan, la ciudad mariposa. Espero que disfrutes tu estadía.
Image sources
http://clantzimisce.mex.tl/135491_Tzitzimitl.html
http://deitiesdaily.tumblr.com/post/42232505619/february-3rd-2013-itzpaplotl
http://avp.wikia.com/wiki/File:Aliens-movie.jpg
http://www.digitalartistdaily.com/image/14749/beware_the_mothman_
http://zadakblog.wordpress.com/2012/01/25/34/
http://www.skyaltadefiniciontotal.com.mx/sites/default/files/styles/600x400/public/mercadoazteca5.jpg?itok=XZY0VMP0
http://en.wikipedia.org/wiki/Agave_fourcroydes#mediaviewer/File:Henequen.jpg
http://www.mexicolore.co.uk/aztecs/gods/goddesses-of-the-month-tzitzimime
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